martes, 1 de marzo de 2011

[Nuevo] Jarvan IV, el ejemplo de Demacia

Historia:
Los miembros de la estirpe Escudo de Luz han sido la familia real de Demacia durante siglos, dedicando sus vidas a combatir contra todo aquel que se opusiese a la ética demaciana. Se dice que todo Escudo de Luz nace con un sentimiento anti noxiano en la sangre. Jarvan IV no es una excepción, aún a pesar de ser el primer Escudo de Luz que ha nacido en la época de la Liga de Leyendas. Al igual que sus antepasados antes que él, Jarvan lideró a las tropas demacianas en sangrientos enfrentamientos contra los fuerzas de Noxus. En muchas de esas batallas, él también derramó su sangre junto a la de los aliados heridos y los camaradas caídos. En su derrota más importante, fue superado estratégicamente y capturado por un batallón noxiano que estaba bajo las órdenes de Jericho Swain. Un error que casi le cuesta la vida a manos de Urgot, pero fue rescatado por la vanguardia intrépida, una fuerza demaciana de élite liderada por Garen, antiguo amigo de la infancia de Jarvan.

Sus más allegados creían que su captura lo había cambiado. Xin Zhao dijo una vez: “parecía que sus ojos nunca te miraban, sino que te atravesaban para fijarse en algo de lo que no podía apartar la mirada". Un día, sin previo aviso, Jarvan IV cogió a un pelotón de soldados demacianos y abandonó la ciudad, jurando que lograría la expiación. Empezó a perseguir y a cazar a las bestias y bandidos más peligrosos que podía encontrar en el norte de Valoran, pero pronto se cansaría de dichas presas. En busca de algo que solo él comprendía, se aventuró al sur de la Gran Barrera. Durante casi dos años, no se volvió a saber nada de él. Cuando muchos ya habían supuesto lo peor, Jarvan regresó y hubo una gran fanfarria en las calles de Demacia. Su armadura demaciana estaba adornada con los huesos y escamas de criaturas desconocidas. En sus ojos brillaba la sabiduría de alguien mucho más viejo. De los doce soldados que habían partido con él, solo dos regresaron. En un tono frío y sereno como el acero, juró que los enemigos de Demacia se arrodillarían ante él.

“Solo hay una verdad, y la descubrirás en la punta de mi lanza”. -Las “últimas palabras” de Jarvan IV en su ejecución fallida.

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Golpe del dragón: la lanza de Jarvan IV atraviesa a su oponente, infligiéndole daño físico y bajando un porcentaje de su armadura.Si esta habilidad se usa con la bandera demaciana, Jarvan se lanzará hacia su estandarte, derribando a todos los enemigos que se encuentren en su camino.

Protección áurea: Jarvan IV llama a los antiguos reyes de Demacia para que lo protejan de todo posible daño y ralenticen a los enemigos que lo rodeen.

Estandarte demaciano: pasiva: Jarvan goza de una bonificación de Velocidad de ataque y de Armadura. Activa: Lanza una bandera demaciana que inflige daño físico y otorga beneficios pasivos a los aliados cercanos.

Cataclismo (definitiva): Jarvan IV salta de forma heroica hacia su objetivo, provocándole daño físico y creando un círculo de terreno a su alrededor durante unos segundos.

Cadencia marcial (pasiva): Jarvan IV aprovecha la abertura de su objetivo, infligiendo como daño mágico un porcentaje de los PV actuales del mismo. Este efecto no puede aplicarse al mismo objetivo más de una vez cada varios segundos.

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